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Hay una estrella en el firmamento, la más luminosa. La que guía a los navegantes.
En una época esa estrella no brillaba tanto, estaba muy alejada de la tierra, pero sentía una gran atracción por la tierra, a la que admiraba por su belleza y donde creía que había un mundo lleno de maravillas en el que la naturaleza se renovaba todas las estaciones para deleite y felicidad de sus habitantes.
La estrella deseaba ardientemente saber que sucedía allí a bajo. Una noche se dejó caer desde el cielo para observar más de cerca aquel mundo que sólo existía en su imaginación: vio mares, montes, llanuras verdes el azul del mar, pero se dio cuenta de que el planeta se encontraba oscurecido por nieblas y humos negruzcos.
Entonces se alejó de nuevo, con mucha tristeza, pero no se fue a donde estaban las otras estrellas, se detuvo más cerca de la tierra y allí permaneció esperando ese día, el día en que las cosas llegaran a ser como ella soñaba.
Pegó su oído al mar
y las olas
le cantaron
6 comentarios:
Tu cuento sobre la Estrella Polar muy acorde para hoy.
El apagón mundial para preservar nuestro planeta.
Me temo que la estrella se va a decepcionar de nosotros, aunque a lo mejor con escritos como el tuyo retorna la esperanza.
José María
ULISES, lo del apagón es genial, se necesita hablar mucho del tema porque somos muy duros de mollera, poco a poco aunque espero que tengamos tiempo.
Gracias por decir hola al abrir la puerta. Un beso.
Las estrellas deben de andar algo mustias con nuestro comportamiento.
Gracias, Genial, tu si que escribes bien, siempre.
Te agradezco tu coment en este lugar donde no se prodigan.
Un abrazo.
pobre estrella...
y sigue cerca, mirando?
me encanto el final =) las olas...
es genial!
besos!!
Qué bonito esto que escribiste. Yo siento fascinación por las estrellas. Ojalá ese día que espera tu estrella llegue pronto. Todos los deseamos también.
Saludos
Conchi
Pues es eso un escrito bonito, nada más, ni mucho menos un cuento, eso es un fragmento imaginativo escrito, nada más. Nadie me mandó entrar, pero no creo que se deba sólo de alabar así porque sí.
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