28/5/08

No siempre los pájaros son de colores


El pájaro azul era el pobre Garcín. Aquel excelente muchacho tenía el vino triste. Cuando le preguntábamos por qué, cuando todos reíamos como insensatos o como chicuelos, él arrugaba el ceño y miraba fijamente al cielo raso, y nos respondía sonriendo con cierta amargura:

-Camaradas; habéis de saber que tengo un pájaro azul en el cerebro; por consiguiente.....

De sus excursiones solía traer ramos de violetas y gruesos cuadernillos de madrigales, escritos al ruido de las hojas y bajo el ancho cielo sin nubes. Las violetas eran para Niní, su vecina, una muchacha fresca y rosada, que tenía los ojos muy azules.Los versos eran para nosotros. los leíamos y aplaudíamos. Teníamos una alabanza para Garcín. Era un ingenio que debía brillar. El tiempo vendría. ¡Oh, el pájaro azul volaría muy alto!

Principios de Garcín:

De las flores, las lindas Campánulas.

Entre las piedras preciosas, el zafiro.

De las inmensidades, el cielo y el amor; es decir, las pupilas de Niní.

A veces Garcín estaba más triste que de costumbre., pedía su vaso de ajenjo, y nos decía:-Sí; dentro de la jaula de mi cerebro está preso un pájaro azul que quiere su libertad .Decididamente, el desgraciado Garcín estaba loco. Un día recibió de su padre, un viejo provinciano de Normandía, comerciante en trapos, una carta que decía lo siguiente, poco más o menos:

"Se tus locuras en París. Mientras permanezcas de ese modo no tendrás de mí ni un solo sou. Ven a llevar los libros a mi almacén, y cuando los hayas quemado, gandul, tus manuscritos de tonterías, tendrás mi dinero"-

Garcín, Rompió la carta, y soltando el trapo a la ventana, improvisó unas cuantas estrofas, que acababan si mal lo recuerdo:

¡Sí, seré siempre un gandul,

lo cual aplaudo y celebro,

mientras sea mi cerebro

jaula del pájaro azul!

Desde entonces Garcín cambió de carácter. Se volvió charlador, se dio un baño de alegría, compró una levita nueva y comenzó un poema titulado: El pájaro azul.

Cada noche se leía en nuestra tertulia algo nuevo de la obra. Aquello era excelente, sublime, disparatado.

Allí había un cielo muy hermoso, una campiña muy fresca, países brotados como de la magia del pincel de Corot, rostros de niños asomados entre flores, los ojos de Niní húmedos y grandes;y, por añadidura, el buen Dios que envía volando, volando, poema.

Una noche Garcín rió mucho, y sin embargo, estaba muy triste.

La bella vecina había sido conducida al cementerio.

Hele ahí, viene con un traje nuevo, a nuestro amado café Plombier, pálido, con una sonrisa triste.

-¡Amigos mios, un abrazo! Abrazadme todos, así fuerte; decidme adiós, con todo el corazón, con toda el alma... El pájaro azul vuela....

Pálidos, asustados, entristecidos, al día siguiente todos los parroquianos del café Plombier, nos hallábamos en la habitación de Garcín. Él estaba en su lecho, sobre las sábanas ensangrentadas, con el cráneo roto de un balazo. Sobre la almohada había fragmentos de masa cerebral... ¡Horrible!

Cuando, repuestos de la impresión, pudimos llorar ante el cadáver de nuestro amigo, encontramos que tenía consigo el poema. En la última página había escrito estas palabras:

Hoy, en plena primavera, dejo abierta la puerta de la jaula al pájaro azul.

RUBÉN DARÍO. AZUL.

1 comentario:

adagio dijo...

gracias lys por tu aportación,como siempre brillante. Ese color azulllll , “L'Art c'est l'azur” ( El arte es azul ) que nos diría Victor Hugo.

besiños