27/12/08

reflexiones

Sopla el viento y silbea(aquí se debiera decir silba, pero me gusta más silbea, aunque incorrecto)en la persiana. Hoy sé que es el viento; no saldré,por lo tanto, con el coche a comprobarlo como en otras ocasiones. Hoy, sentada aquí , ante un folio que quiero rellenar desde hace algún tiempo,el folio que nunca hubiera querido escribir;pero que a la postre , por saber que los sueños son demasiados hermosos para que duren, era consciente que algo tan bonito era sueño del que irremediablemente tendría que despertar , y ,por lo tanto, escribir.Intento recuperar aquella serenidad perdida. He de decir, con bastante pesar, otra vez volviendo la serenidad. Esa que se va logrando a cabo de años y de desencuentros; la que vas sumando a fuerza de perder trenes. Tal vez, por mi estación no han pasado muchos trenes, a caso tres, pero los suficientes para cuando los ves partir , prometer que ninguno más va romper ese tranquilo, tedioso, pero tranquilo silencio de las estaciones solitarias.Otro tren que he? me ha dejado escapar? no importa el He o me ha dejado escapar, el resultado es que de nuevo la serenidad, el silencio, el desencanto , la razón, se han instalado en mi estación. Siento cada vez más herrumbrosos los trenes que se acrecan,les doy paso como hice durante años; no, pedía, no te pares en esta estación, está solitaria, fuera trayecto, hacedme un favor, pasad de largo. Hoy.....de nuevo.......el sopor del sueño,del letargo; que no el de los sueños, se ha instalado en esta ya maltrecha y cansada estación....... pasad de largo...... aquí ya no quedan sueños...sólo queda una rendida estación de seño

9/12/08

Los trabajadores del mar I


Se llama Gilliat, y digo se llama porque los personajes de los libros nunca mueren.

Gilliat vivía en la parroquia de Sain-Sampson. Allí no le querían y tenían razones para ello.

En primer lugar vivía en una casa en la que había “apariciones” En Jersey sucede algunas veces en el campo o en la ciudad misma, al pasar por algún rincón desierto o por alguna calle populosa, os encontrareis con alguna casa cuya entrad está atrancada; no se sabe qué horribles emplastos de tablas claveteadas tapan la entrada de la planta baja; las de los pisos altos están a la vez cerradas y abiertas, todos los marcos cerrados con cerrojos pero los cristales, rotos. Si hay un jardín, es de ortigas, zarzales y cicuta y se pueden ver en el los insectos más raros. A través de los vidrios rotos se pueden admirar las viejas modas del papel pintado, los grifos del imperio, los balaustres y los cipos de Luis XVI. A veces se ve una vasija rota en un anaquel. Es una casa encantada. El diablo la visita por la noche.

Volvamos a Gillliat.

La casa en la que vivía Gilliat estaba encantada, pero ya no lo estaba. Por eso era todavía más sospechosa. Nadie ignora que cuando un hechicero se instala en una casa encantada el diablo la considera suficientemente guardada y tiene con el brujo la cortesía de no volver a ella, a menos que lo llamen como se llama al médico.

la pronunciación y la ortografía del lugar habían convertido en Gilliat.

La mujer envejeció y el niño creció. Vivían solos y se los evitaba.
El niño se hizo adolescente, el adolescente se hizo hombre y entonces como es inevitable que caigan las viejas cortezas de la vida, la madre murió. Le dejó un prado, el terreno de la Roque- Crespel, la casa del Bú de Rue y cien guineas de oro en el pid d`une cauche, es decir en el pie, de una media.

De los trabajadores del mar de Victor Hugo. (Continuará)

5/12/08

Hombre o mujer?

Me imagino que hago eco de muchas voces al expresar lo que siento en este momento. El eco de las voces de las mujeres que hemos sido educadas para otros menesteres, hemos luchado por nuestro lugar(sin sacar a nadie del suyo) sino reclamando únicamente nuestro lugar, y en el fondo no estamos en ninguno.No me considero feminista. Me considero femenina. Reclamo mi lugar, no el del hombre. En realidad ni lo reclamo de viva voz, lo que valen son los hechos , y , por lo tanto, HAGO. Hago mi trabajo, y mis resultados no difieren por mi condición de género. No quiero ser igual.... o al menos en aquello que hemos criticado: durante siglos hemos criticado la promiscuidad, durante siglos hemos criticado la sumisión , durante siglos hemos criticado la falta de sentimientos y el oportunismo... y hoy... ¿qué hacemos? ser promiscuas, libertinas, faltas de de sentimientos , oportunistas? .Me pregunto si a veces esto no será una máscara que esconde un miedo terrible al rechazo. Es un seguir el juego para durante unos segundos sentirse halagada? o realmente es un rol que hemos tomado como pauta a seguir?
por qué el día de la mujer?; a caso eso de alguna manera no es marcar una distancia? no existe el día del hombre.¿por qué marcar difirencias si queremos ser iguales.?
probablemete, si habéis llegado a este punto de la lectura,penséis en una enemiga...en una conformista... Ni mucho menos. Día a día, segundo a segundo, hago que sea el día, el segundo de la mujer...con mi sonrisa, con mis resultados, con mi feminidad, con mi comportamiento de parar los pies a quien no saben respetarme; Y AQUÍ AÑADO, HONMBRE O MUJER...que de todo hay en la viña del señor...
Hace tiempo que logré sacar el genéro a las personas y ese fue mi mayor logro, para que me respetaran y respetar....y de verdad una vez se hace este ejercicio, una se va dando cuenta de lo que se trata es de aprender de las virtudes de las PERSONAS, olvidándose del género clasificatorio y excluyente. Algo así como predicar con el ejemplo.
Las guerras sólo conduce a la guerra. La diferencia a la diferencia e imcompresión.

Es facil ....pongamos una @ a nuestros ojos, a nuestro comportamiento;y, aunque cierto que somos diferentes, haced la prueba cerrad los ojos ,y nos daremos cuenta que si no fuera por el tono de voz, tal vez hoy no distinguíriamos una conversación de hombres o mujeres. PARA LO BUENO Y PARA LO MALO.

y desde AQUI :si reclamo un sólo derecho : SER TRATADA COMO PERSONA. y desde aquí me impongo un compromiso TRATAR A LOS DEMAS COMO SE MERECEN

3/12/08

dardos ....


Asomaba a sus ojos una lágrima,
y a mi labio una frase de perdón;
habló el orgullo y se enjugó su llanto,
y la frase en mis labios expiró.
Yo voy por un camino, ella por otro;
pero al pensar en nuestro mutuo amor,
yo digo aún: ¿por qué callé aquél día?
Y ella dirá: ¿por qué no lloré yo?
Becquer.


El orgullo, como arma letal del amor ,…..